
Corrupción, impuestos, ineficiencia regulatoria, desigualdades entre nacionales y extranjeros, el Informe Oficial realizado por The Wall Street Journal y The Heritage Foundation pone a Cuba en la cola del pelotón del mundo entero
Santiago de Cuba-La Habana. UNPACU. 20 de enero de 2014.
Cuba es el país con menor libertad económica de América. Si la UNPACU hiciera una afirmación así, rápidamente encontraríamos numerosos artículos indicando nuestra tendenciosa intención al aseverarlo.
Pero no es el caso. No es UNPACU quien asevera esto. Un estudio sobre 178 países del mundo entero realizado por The Heritage Foundation en colaboración con The Wall Street Journal sobre la libertad para realizar desarrollos económicos arroja esta conclusión: Cuba es el país latinoamericano con menor libertad económica de América y el segundo del mundo, sólo tras Corea del Norte.
Con una inflación del 5,5%, una renta per cápita de 11,2 dólares, el informe se adentra en la economía cubana y asevera que «muchos trabajadores ganan salarios sólo al nivel de la pobreza, la agricultura es un desastre, la minería está deprimida, y los ingresos del turismo son volátiles».
Falsas reformas
Cuando Prensa Latina, la Agencia Oficial de Prensa del régimen, un organismo del Estado Cubano, inunda de falsas noticias las redes de información y habla de reformas los expertos saben que dichas informaciones en la práctica son completamente falsas. No lo dice la disidencia, que vemos las colas para darse de baja de cuenta-propismo más largas y abundantes en muchas ocasiones que las pocas solicitudes que se provocan para darse de alta en los últimos meses. Basta acercarse a la página resumen del estudio (http://www.heritage.org/index/country/cuba) para leer afirmaciones como éstas:
«La puntuación global de la libertad económica de Cuba es de 28.7 puntos sobre 100», por lo que su libertad económica es la segunda peor del mundo, sólo por detrás de Corea del Norte, y la menos libre de toda América. «Su puntuación general es 0,2% superior al año pasado, y ha sufrido deterioros respecto al año anterior en la libertad de comercio internacional, libertad fiscal, libertad monetaria y libertad frente a la corrupción compensada sólo por una mejora en la libertad de empresa».
Descarga del Informe relativo a Cuba en PDF (ampliado): PULSE AQUÍ
Seguimos igual que hace 20 años… o peor
Para The Heritage Foundation y The Wall Street Journal, con una experiencia de más de 20 años en la creación de este índice de libertad económica a nivel mundial, no es una novedad la situación en Cuba:
«Durante los 20 años de historia del índice, la libertad económica de Cuba se ha estancado en la parte inferior de la categoría de “represiva”. Su mejora general puntuación ha sido inferior a 1 punto en las dos últimas décadas, con mejoras en libertad fiscal y libertad frente a la corrupción contrarrestadas por caídas de dos dígitos en libertad comercial y libertad de inversión».

Corrupción
El informe dice, textualmente: «La corrupción oficial sigue siendo un problema grave, con una cultura de la ilegalidad que envuelve la mezcla de la empresa privada limitada y una vasta economía controlada por el Estado en un país donde hay poco respeto por el imperio de la ley. Sólo las empresas estatales pueden firmar acuerdos económicos con los extranjeros como socios minoritarios, y los ciudadanos comunes no pueden participar. La mayoría de los medios de producción son propiedad del Estado».
Impuestos
Sobre los impuestos, sostiene: «La tasa de impuesto sobre la renta individual es del 50 por ciento. La tasa impositiva corporativa máxima es del 30 por ciento (35 por ciento para las empresas de propiedad extranjera). Otros impuestos incluyen un impuesto a las transferencias de propiedad y un impuesto sobre las ventas. La carga impositiva total es 24,4 por ciento del PIB. El gasto público es de alrededor de 67 por ciento del PIB, y la deuda pública es de alrededor de 35 por ciento de la economía nacional. A pesar de las reformas, el gobierno sigue desempeñando un papel importante en la economía».
Eficiencia Regulatoria
Sobre la eficiencia regulatoria describe: «A pesar de las medidas de reforma introducidas en los últimos años, la empresa privada está limitada y estrictamente controlada por el Estado. El sector público sigue siendo la principal fuente de empleo, y la intervención estatal sigue distorsionando el mercado de trabajo. El gobierno trata de contener la inflación directamente mediante el uso de los controles de precios y la regulación de las áreas limitadas de la actividad de libre mercado e indirectamente mediante el control de la expansión monetaria».
¿Es posible abrir mercados en Cuba?
A este respecto, el informe es explícito: «La tasa media arancelaria de Cuba es de 10 por ciento. La economía planificada del país impide el comercio exterior y la inversión. El sector financiero sigue siendo muy regulado, y el acceso al crédito para la actividad empresarial se ve seriamente obstaculizado por la poca profundidad del mercado financiero. El estado mantiene estrictos controles de capital y tipos cambiarios».
¿Hay cambios en Cuba?… ¿Qué cambios?
Respecto a los supuestos cambios esgrimidos por el régimen y ahora algunos espectadores de la información que sale de Cuba, The Heritage Foundation y The Wall Street Journal siguen verificando que dichos cambios no han tenido efecto real en la libertad económica de Cuba en grado alguno:
«A pesar de algunos avances en la reestructuración del sector público desde el año 2010, el sector privado sigue estando constreñido por pesadas regulaciones y ajustados controles estatales. No se dan políticas de mercado abierto como para impulsar el crecimiento en el comercio y la inversión, y la falta de competencia sigue sofocando cualquier dinamismo en la expansión económica. Un paquete de reformas respaldado por el Partido Comunista de Cuba ha reducido el número de trabajadores del Estado y ha ampliado la lista de profesiones autorizadas, pero estas reformas siguen siendo poco claras».
La raíz del problema
Lejos de manifestar en su informe causas exógenas para describir la realidad represiva económica imperante en Cuba, el estudio revela causas endógenas, regulatorias, represivas, que distan mucho de poder hallar la causa en el “extranjero”, como suelen argumentar quienes apoyan que la Posición Común o el Embargo Económico de los Estados Unidos, que a pesar de ello son el segundo y quinto socio comercial de Cuba, respectivamente, son la causa de los males de la prosperidad del pueblo de la isla.
Así, se describen con total rotundidad «pesadas regulaciones, ajustados controles estatales y falta de competencia» como causas de la falta de libertad económica.
Hacer negocios con un país sin libertad económica de sus ciudadanos
Oswaldo Payá ya mencionaba desde hace años, con mucho acierto: primero derechos, después economía de mercado. ¿Qué puede pasar en un país donde ciudadanos extranjeros, a través de sus empresas, tienen derechos de mercado que no tienen sus propios ciudadanos? Un expolio, un abuso, un atropello superior de los derechos de éstos últimos. Es obvio. Es como dejar entrar al lobo en el establo donde duermen los retoños de las reses. Eso no contribuye al desarrollo de un país, sino a acentuar la falta de derechos de su pueblo y el atropello no sólo de un estado totalitario, sino además del capital extranjero.
El cambio en la Posición Común
Recientemente, José Daniel Ferrer, Secretario Ejecutivo de la UNPACU, era preguntado acerca de si estaba a favor o no de un cambio en la Posición Común de la UE hacia Cuba. “JDF: –Estaría a favor de modificar la Posición Común si el acuerdo que se anuncia resulta efectivo para que se respeten los Derechos Humanos“, manifestaba.
Evidentemente, a la vista de los hechos, y si el “lobo”, cuya cualidad declaratoria es el ánimo de lucro, que es por definición la empresa en cualquier sociedad moderna, se cuela en el corral mientras los pollos duermen o incluso tienen las patas atadas, ¿qué podemos esperar?
Cualquier cambio que tenga efecto sobre el fomento de la libre empresa del pueblo cubano en igualdad con el extranjero, con un amplio espectro de actividades, y seguridad jurídica, tendría posiblemente el apoyo de la disidencia. Ganar igualdad y seguridad jurídica, libertad de empresa, libertad de importación, venta y financiación, asociación sindical… sería un gran logro para el pueblo cubano. Pero eso no va a pasar en una Cuba en la que las empresas extranjeras comiencen a realizar negocios con trabajadores completamente desprotegidos, sin alternativa de competencia, y bajo un sistema legal que no ofrece garantía ni defensa alguna ante los monopolios.
Sólo nos queda esperar que el sentido común europeo, y no el ánimo de realizar negocios, se imponga y se ponga la creatividad al servicio de la mejora de los derechos civiles y sociales de los cubanos, incluido el económico con el que las empresas europeas vendrían a realizar negocio en Cuba, que poseen tasas impositivas del 35% frente al 50% de las tasas impositivas sobre la renta de los nacionales cubanos.
¿Existe la manera de provocar que el Gobierno cubano realice cambios para el pueblo a favor de su libertad? Si van a cambiar la Posición Común y entrar a realizar negocios en Cuba, será mejor que la encuentren. En caso contrario, daremos un paso atrás histórico tanto para la UE como para Cuba hacia los tiempos coloniales, o pre-coloniales, y concluiremos con un pueblo oprimido no sólo por un gobierno totalitario, sino por el poder, además, del capital.