
Jasenko Selimovic nació en 1968 en Sarajevo, Bosnia. Director artístico de teatro y miembro del Folkpartiet (Partido Liberal) sueco, es desde octubre de 2010 Subsecretario de Estado para la Integración del ministro Erik Ullenhag.

Selimovic se define como demócrata y europeo, en ese orden.
En Croacia se considera serbio musulmán; en Bulgaria, turco; en Grecia es macedonio; bosnio en Suecia; y en Bosnia es sueco. Ser étnicamente un “bastardo” europeo es su elección, lo cual considera incluso un signo de salud moral.
En Cuba, a pesar de los esfuerzos realizados por la Unión Europea durante años en términos de derechos humanos, los activistas sociales temen que ahora el escenario pueda cambiar rápidamente, debido a la apertura del comercio con el régimen. Según usted, ¿cuán seriamente debe considerar la UE la naturaleza represiva del sistema monopartidista en la Isla?
Muy en serio. En mi opinión, el Servicio de Acción Exterior Europeo debe tomar en consideración la falta de derechos humanos y derechos civiles que impregna a la sociedad cubana, como resultado de un intransigente sistema monopartidista —completamente incompatible con los valores de la Unión Europea. El SAEE debe definitivamente incluir a la oposición cubana en el diálogo para así tener en cuenta sus demandas y recomendaciones. El Parlamento Europeo no debe aceptar negociaciones con un Gobierno de naturaleza represiva no democráticamente electo, y debe poner más presión sobre la Comisión Europea. Si soy electo al Parlamento Europeo, ciertamente voy a contribuir en la presión sobre la Comisión Europea para que actúe de manera consecuente. Y definitivamente apoyaré la voluntad y las demandas de la sociedad civil cubana, representada por diferentes individuos y grupos democráticos de oposición.
El destino de la sociedad civil cubana, hoy más vulnerable que nunca, ¿debiera ser relevante para los nuevos tratados comerciales con La Habana, que parecen ya casi inevitables?
Sí, debe serlo. La sociedad civil cubana ya ha sufrido suficiente durante todos estos años de comunismo, pobreza y ausencia de libertades civiles —pero sobre todo de represión sistemática. Las compañías que invierten en Cuba se involucran en negociaciones con el régimen cubano, al que no le importa realmente la suerte de su pueblo, o sus más elementales derechos laborales al respecto. Por lo tanto, el Parlamento Europeo, como el órgano democráticamente electo de esta Unión, debe enfatizar las consecuencias negativas de semejantes tratados.
El régimen cubano empleará esta oportunidad para obtener ganancias, así que como Miembro del Parlamento Europeo, me gustaría preguntarle a la Comisión cómo planea concretamente evaluar el “nivel de transparencia” de tal vinculación económica.
Lo haré para recordarle a la Comisión que Europa estaría contribuyendo a enriquecer a un gobierno corrupto y represivo, para que tenga más recursos para usarlos contra su propio pueblo. Por último, me gustaría exigir los detalles exactos de ese tratado en términos de inversiones y ganancias, de forma que el pueblo cubano esté al tanto de lo que el régimen hace a sus espaldas.
Para el futuro inmediato, ¿debe esperarse de la UE alguna solidaridad efectiva con los activistas prodemocracia en Cuba, además del mejoramiento en las relaciones de gobierno a gobierno?
La respuesta a esta pregunta debe ser sí, porque es lo que correcto de hacer. Es la manera correcta de actuar, aunque el lobby de izquierda durante muchos años ha entorpecido esta oportunidad —la oportunidad de estar a la altura de los valores democráticos de la Unión Europea apoyando a los activistas prodemocracia en la Isla.
Solo puedo decir que creo verdaderamente que la solidaridad debe dirigirse hacia quiénes más la necesitan, hacia aquellos que no tienen una voz o una plataforma para influir en sus propios destinos.
Dudo que la UE sea capaz de actuar de manera unida y consistente para lograr esto, pero por otra parte estoy convencido de que mientras más lo denunciemos será mejor. Y que mientras más recibamos a disidentes cubanos en las instituciones europeas y les demos su reconocimiento, mejor. Realmente necesitamos enfocarnos en este tipo de apoyo durante la legislatura 2014-2019. De acuerdo a mis convicciones políticas, es absolutamente inaceptable que un régimen totalitario como el cubano se permita hacer lobby en la Comisión, mientras ignora a su pueblo. Es vergonzoso y no debiéramos tolerarlo.
La creciente influencia de Rusia y China en las “democracias autoritarias” de Latinoamérica parece preocupar poco a Washington, que no se ha quejado de la venta de armas, por ejemplo, e incluso los planes de instalar bases militares en el hemisferio. ¿Debiera ser este asunto más relevante para los intereses de la Unión Europea hoy? ¿Cómo se podría manejar esto sin abandonar los valores democráticos, dada la presión impuesta hoy por quienes controlan los mercados de combustible? ¿Es concebible un escenario de Guerra Fría II en el futuro más cercano?
Este un escenario posible que ciertamente impactaría en la seguridad europea y global. En un mundo global, no podemos pretender que seguimos viviendo en un estado nacional. De ahí que la necesidad de cooperación internacional sea extremadamente importante de inmediato. En el caso de la Unión Europea, es extremadamente importante contar con una política exterior común en lugar de 28 políticas diferentes, como es el caso hoy, de suerte que Europa pueda actuar de manera global para contrarrestar a actores no democráticos como Rusia y China.
El patrón de comportamiento de Rusia va más allá de las fronteras, como hemos visto con la intervención y apropiación ilegal de Crimea, en Ucrania, que ocurrió en pleno suero europeo. Desafortunadamente, la UE no fue capaz de actuar de manera unánime contra Rusia, lo que debiera servir de lección para las instituciones europeas y los estados nacionales. Por desgracia, no hay garantía de que Rusia no continúe anexando otros territorios a su geografía o empleando sus suministros de energía como un arma geopolítica para desestabilizar a países.
Ya es hora de que Europa sea menos dependiente del gas ruso. La Unión Europea y los Estados Unidos no deben exonerar a Rusia mientras implique una amenaza inminente de nivel global.
Fuente: Diario de Cuba | Orlando Luis Pardo Lazo | Washington | 23 Mayo 2014 – 10:04 am. |