A continuación presentamos lo que en Cuba se denomina un acto de repudio de los miembros del CDR (Comités de Defensa de la Revolución) y simpatizantes y asalariados del régimen de los barrios cubanos que, comandados por las autoridades y con la protección de la Seguridad del Estado y las fuerzas del orden público, se agrupan en turbas y arrinconan a sus víctimas prodigándose en insultos, descalificaciones, ofensas y agresiones físicas muchas veces brutales. Algunas veces, después de ser víctimas de semejantes acciones, las víctimas son detenidas y acusadas de desorden público o cualquier otro delito que se le pueda antojar a la policía política.
En este ejemplo particular, una madre que con carteles exigía el esclarecimiento de la muerte de su hijo, recibe un clásico y muy común acto de repudio organizado desde las instancias del gobierno.
