
Yusmila Reyna Ferrera, periodista independiente
Sin dudas, los viajes al exterior que realizan los disidentes cubanos son de mucho provecho para establecer, afianzar relaciones de trabajo y recabar solidaridad de muchos, hacia los activistas pro democracia, músicos, blogueros, periodistas independientes, etc. Además de que han permitido ofrecer una versión distinta a la oficial de lo que pasa en Cuba.
Varios de los que han viajado han puesto en alto el pensamiento y lo mejor de la nación por su talento y patriotismo, reflejando como nunca antes la cara del terror del gobierno y el quehacer diario por el cambio de la sociedad civil. La periodista Yoanis Sánchez y el Presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez son ejemplos de esa puesta en alza de la causa por la libertad cubana.
Otra mirada a esta de salidas resulta de la actuación de algunos de los protagonistas ante los que invitan, a los que no les dicen todo lo que hacen o no hacen dentro de la Isla a favor de la libertad y la democracia. Haciendo muy buen uso de las palabras para describir y argumentar actividades, trabajos presentes y futuros, el crecimiento de su organización, grupo o proyecto como exitoso, con muchos seguidores y resultados, o en el extremo como el mejor o el más importante del país.
Viajeros que mienten incluso delante de otros, que le acompañan y bien le conocen, en la búsqueda de algún patrocinio o bien material, ignorando en sus conversaciones a personas o proyectos independientes relevantes del país o hasta llegan a minimizarlos, contra toda ética, Asumiendo un discurso centrado en el yo y no en el nosotros como cubanos.
Viajeros que desaprovechan el tiempo en compras u otras cosas no esenciales, en vez de contactar con personas o instituciones que aporten o ganar en experiencia.
No somos enemigos de que se particularice si es necesario o si nos preguntan, siempre que no signifique exagerar o engañar.
Estas actitudes dañinas a la imagen de la disidencia y caldo de cultivo para sus detractores son el resultado de una educación comunista y de que miserias económicas, engendran miserias humanas, y como es lógico siempre que hay oleadas se arrastra de todo.
Pero, como las palabras se las lleva el viento y existen muchos testigos dentro de la Isla, fácil sería para los que invitan de muy buena voluntad saber qué hacen y quiénes son en realidad los perezosos o los oportunistas. Destinarían así en el futuro su mano colaboradora y amiga a los que, la lucha por el cambio democrático cubano es una labor de todos los días, un estilo de vida y no un modo de vivir o acomodarse.